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Consejos para el ahorro de energía en casa

El ahorro de energía en los hogares se ha convertido en una prioridad precisamente en tiempos en los que el recibo de la luz figura como uno de los gastos más importantes para una familia. Ahora más que nunca se habla de la eficiencia energética de las viviendas, no solo como garantía de ahorro energético, sino como una importante medida para preservar el medio ambiente.

VER TAMBIÉN: Ahorrar en el hogar con pequeños y simples gestos

Desde el verano de 2013, en nuestro país se expiden los certificados de eficiencia energética que clasifican los tipos de viviendas en función de lo eficientes que resulten. Pero, al margen de las cualidades técnicas con las que se construyó nuestro hogar, ¿qué podemos hacer nosotros por mejorar su eficiencia energética? ¿Cómo podemos ahorrar energía en casa? Basta con seguir alguno de los consejos que te proponemos para reducir el recibo de la luz y aprovechar al máximo la energía que consumimos sin derroches.

Hábitos para ahorrar en la factura de la luz

  1. Si tienes tarifa con discriminación horaria, pon a funcionar los electrodomésticos más importantes (lavaplatos, lavadora, etc.) en la franja horaria más barata, la de la noche, teniendo en cuenta que las horas cambian de verano a invierno.
  2. Evita el «consumo fantasma» de aparatos electrónicos en stand by o con transformadores que siguen consumiendo electricidad aunque no los estés usando. Utiliza regletas con botón de encendido/apagado para desconectar a la vez varios aparatos. Además, en las tiendas encontrarás enchufes inteligentes que “apagan” los aparatos tras un período de inactividad, ayudándote a ahorrar en torno a un 13% en la factura de la luz.
  3. A la hora de renovar tus electrodomésticos, en lo posible, elige los de clase A porque consumen y contaminan menos. Su precio es más alto, pero se amortiza factura a factura. Y es que un aparato de clase A puede consumir hasta tres veces menos que uno de clase G.
  4. Frigorífico: mantenlo en un lugar fresco y ventilado, que no reciba la luz del sol y a una temperatura interior de entre 3 y 7 grados (el congelador, entre -18 y -15). No introduzcas comidas calientes y trata de no abrir la puerta constantemente para garantizar el gasto mínimo.
  5. Lavadora: siempre que sea posible, utilízala con programas de agua fría y con un buen centrifugado para evitar usar secadora. Son preferibles los detergentes líquidos a los de formato en polvo, puesto que hacen trabajar menos al aparato. Si no puedes esperar a llenar el tambor, usa un programa de media carga para ajustar el consumo. De vez en cuando, saca el filtro y límpialo y comprueba que la rejilla de ventilación no tiene obstrucciones.
  6. Utiliza bombillas de bajo consumo en toda la casa y ten en cuenta que por períodos inferiores a 20 minutos no merece la pena apagarlas, puesto que gastarán más en el encendido. Al contrario ocurre con las bombillas tradicionales, que deberemos apagar siempre que salgamos de una estancia.
  7. Las placas de inducción gastan menos electricidad que las vitrocerámicas. Pero en caso de que solo dispongas de esta última, trata de ajustar siempre el diámetro de los fogones con el de las ollas o sartenes con las que vayas a cocinar. Evitarás el derroche de electricidad.
  8. Siempre que puedas, cocina valiéndote de la olla exprés, que además de tiempo, ahorra hasta un 50% de energía más, y por tanto dinero. Si has de cocinar con una olla normal, cúbrela siempre con una tapa para hacer más eficiente el proceso de cocción.
  9. Mantén cerradas puertas y ventanas cuando tengas activado el aire acondicionado o la calefacción. En ambos casos, para ventilar bastará con abrir 5-10 minutos la ventana de las estancias, una a una, manteniendo las puertas de las habitaciones cerradas, para que no se pierda el calor/refrigerio de la vivienda en general.
  10. Tanto en verano como en invierno, trata de aislar al máximo tu vivienda para hacer más eficiente el consumo de calefacción o aire acondicionado. Si vas a acometer una reforma, coloca ventanas de doble acristalamiento, tu factura lo agradecerá (se puede reducir hasta un 40% el consumo). Además, puedes valerte de persianas y toldos para evitar el impacto de las horas de sol, en verano, o aprovecharlas al máximo, en invierno. Por último, ten en cuenta que la temperatura ideal de un hogar en invierno debe oscilar entre los 18 y 25 grados, mientras que en verano estará entre los 22-25 grados.

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